"Disney se desvincula de la nueva película de KEVIN SMITH,
"Dogma", por irreverente".
La productora americana Miramax no
distribuirá "Dogma", la nueva película de Kevin Smith, por
irreverente. Así se ha explicado el director de la Disney,
Michael Eisner, al declarar que esta
película es del todo inapropiada para cualquiera de nuestras
compañías. La Disney ya ha puesto manos a la obra
y ha forzado a Miramax, de su propiedad, a deshacerse de todo
contacto directo con el proyecto.
El director, se ha defendido de las
declaraciones de la Disney que tachan su película de improcedente
e inmoral: La película no es en absoluto
blasfema, dice el director Kevin Smith, el primer
sorprendido por la polémica. Hay
un par de bromas sobre los curas y las monjas, eso es todo...
Yo, que soy católico, la considero más bien como una carta
de amor a Dios.
Sin embargo, la productora sigue con
la idea de desvincularse de los títulos de crédito, que no
de los resultados en taquilla que la producción promete obtener.
Para ello, la compañía pretende realizar un gasto de 10 millones
de dólares para crear una nueva empresa distribuidora paralela
sin autonomía propia pero sí con una imagen pública que no
se enlace de ninguna manera con Disney. De esta manera, la
gran productora se asegura que la posible polémica moral sobre
los contenidos de la película se traducirán en resultados
económicos pero no se verá salpicada por un debate moral que
pueda carcomer de alguna manera la impoluta fachada de un
símbolo tan americano como es la Disney. Y toda esta maraña
de operaciones empresariales cobra sentido si atendemos al
hecho de que tanto productora como realizador están convencidos
del éxito en taquilla de la película.
¿
VUELVE LA CENSURA ?
Se trata del último grito en métodos
de censura; eso sí, adaptados a los nuevos tiempos, que son
aún más democráticos y que han de encontrar una traducción
en un mundo que, incluso en Hollywood, o no sé si decir especialmente
en Hollywood, se configura como una red financiera, pura infraestructura
decisoria y responsable, objetivo final.
Las majors, que en esto del dinero
lo tienen todo, advierten el carácter finalmente rentable
de productoras independientes y se dan cuenta de que tienen
esquemas morales distintos pero idéntico objetivo: ganar dinero.
Por eso toman la decisión de comprarse estas productoras independientes,
de seguir produciendo sus apuestas seguras con sus propios
nombres, pero las propuestas críticas y difíciles bajo el
nombre de sus nuevas empresas "independientes" sin que su
imagen pública peligre en absoluto. Traducen la polémica social
en dinero manchando el nombre de otro.
Y así es como se instaura en este cinema
system americano un nuevo y revolucionario sistema de censura.
¿O no lo es?. Usted... decide.
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